Hasta ahí todo bien pero la cosa se agrava cuando él le pregunta a ella si ha visto toda la entrega de “El Señor de los anillos” y ella le dice que no. La situación empeora cuando van juntos a ver “La señal” y ella se pasa una semana sin dormir siendo perseguida en sueños por la chica del pozo.
La chica odia los tópicos entre sexos pero reconoce que le vuelven locas los musicales y le confiesa al chico, entre sonrojos, que ha recreado muchas veces delante del espejo el duelo de parejas de “Los dos lados de la cama” y que, por supuesto, ha llorado con Nothing Hill. Un día van juntos a ver una de Cameron Díaz y ella le pilla varias veces dando unas cabezaditas.
La situación es crítica e insostenible. El se muere de aburrimiento y tiene pesadillas en las que ella le obliga a ver varias veces “Memorias de África” y “Lo que el viento se llevo”. Ella no deja de mirar detrás de la cortina del baño y debajo de la cama cada vez que vuelven del cine de ver una de terror.
Así que llegan a un pacto. No volverán a ver películas románticas ni cine de terror. Verán siempre películas “intermedias” que satisfagan a los dos. Y así ha sido durante ocho años pero cuando deciden vivir juntos se dan cuenta de una cosa: el cine es demasiado bonito y nos hace sentir sensaciones tan especiales que no valen las medias tintas. Y estar en pareja quiere decir exactamente no perder nuestra esencia, no coartar la libertad del otro y sobre todo ¡disfrutar juntos de lo que nos motiva!
¡Reivindico mi derecho a llorar con Julia Robert arropada en una manta y comiendo helado en una tarde de invierno! Y mi pareja reivindica el suyo a vibrar de emoción con “El Resplandor”. ¡Así que se acabó el pacto!
Hemos creado un cine club casero y cada miércoles sorprendemos al otro con la elección de una película a nuestro gusto. La presentamos, la vemos y, después, la comentamos juntos. Todo esto nos hace abrir la mente, disfrutar del cine y de la vida y, de paso, regalamos una pequeña dosis de felicidad al otro en mitad de la rutina semanal.
Por cierto, nuestros gustos van mucho más allá del cine de terror y la comedia romántica. En este blog cabe de todo: cine social y reivindicativo, fantástico, clásicos, comedias, cortometrajes, documentales, series y, por supuesto, cine de todas las nacionalidades.
Esperamos que todos disfrutéis con nuestras críticas, viñetas y todas las sorpresas que albergará este espacio, este experimento sociológico, este pacto, esta guerra a la guerra de sexos o como queráis llamarlo. Un espacio sin etiquetas, sin prejuicios, sin tópicos y, sobre todo, repleto de ilusión y amor al séptimo arte y a la realidad de la que se inspira.
¡Por fin puedo ver pelis de miedo!
¡Por fin puedo ver comedias románticas!
¡Por fin puedo ver comedias románticas!
¡Ya era hora!
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